Desde hace 28 años Sara Henríquez defiende los derechos humanos, especialmente de las mujeres y la niñez, en Nicaragua. Sara es integrante de Mujeral en Acción y también desarrolla un intenso trabajo político, social y cultural por la democracia, la igualdad, la justicia y el respeto al medio ambiente en su país desde la convicción de que, en cualquier lugar y en cualquier momento, siempre hay que poner en su justa dimensión el valor y el derecho de los seres humanos.
Sandra Hermelinda Cardona Alanis tiene 50 años y desde hace 23 se dedica a defender los derechos sexuales y reproductivos, de la diversidad sexual y a una vida libre de violencia en Nuevo León, México. Sandra Hermelinda es integrante de la RED NECESITO Abortar, Grupo nuestra voz, haciendo acompañamiento colectivo y trabajando por la erradicación de la violencia. Para ella, tejer redes es fundamental para que las mujeres nos reapropiemos de nuestros cuerpos y nos hagamos presentes en los movimientos sociales.
Noemí Dubón es una feminista hondureña con una experiencia de 18 años de trabajo por los derechos de las mujeres desde la convicción que los cuerpos de las mujeres son el primer territorio a conocer, cuidar y defender. Pertenece al Foro de Mujeres por la Vida, organización que además de acompañar casos de feminicidio, violencia sexual, desaparicion y trata de mujeres, promueve procesos educativos y acciones de incidencia ante instancias internacionales.
Kendra Avilés tiene 23 años y hace 7 que es defensora. Kendra trabaja para la promoción y defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las juventudes en Guatemala desde la Asociación Red de Jóvenes Para la Incidencia Política -INCIDEJOVEN-, organización orientada a la incidencia política, la formación, la investigación y la comunicación.
Desde hace tres años Rosa Lizeth Ramos Argueta trabaja por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en Morazán, El Salvador. Es integrante de ADIN y de la Red Territorial de Oriente y participa en procesos de formación con otras organizaciones defensoras de la democracia y la participación ciudadana. También es defensora de la memoria histórica, pues en el lugar donde vive, “El Mozote”, se produjo una de las peores masacres en el marco del conflicto armado, la cual por años fue mantenida en el olvido por parte del gobierno. Pese a que ha sido acosada y amenazada por su labor como defensora, Rosa Lizeth no piensa dejar de seguir luchando por los derechos de las mujeres.