Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México nos pronunciamos con profunda preocupación y solidaridad ante la desaparición de Herminia Guadalupe Rivera Rendón, hija de una buscadora integrante del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México, y de su amiga Teresa de Jesús Morales Ontiveros, ambas desaparecidas desde el 19 de noviembre en Mazatlán, Sinaloa.
Esta suceso nos duele y nos convoca. La desaparición de mujeres, y en particular de aquellas que realizan la labor de búsqueda de sus seres queridos, refleja los riesgos diferenciados que enfrentan las defensoras en nuestro país.
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México:
- Exigimos la búsqueda inmediata en vida de Herminia y Teresa, con todos los recursos disponibles, sin dilación ni omisiones.
- Solicitamos la plena participación de sus familias y colectivos en cada etapa del proceso de búsqueda, reconociendo su experiencia, su derecho a la verdad y su papel como defensoras.
- Reiteramos la urgencia de incorporar el enfoque de género en todas las acciones de búsqueda, investigación y protección, atendiendo los riesgos diferenciados que enfrentan las mujeres por su condición de género y por su labor como defensoras.
- Exigimos la activación efectiva del Protocolo Alba y demás mecanismos de protección, con transparencia, coordinación interinstitucional.
La desaparición de una hija buscadora es una herida doble: es la repetición del dolor y una amenaza a quienes buscan. Por ello, acompañamos con respeto, cariño y fuerza colectiva a la familia de Herminia y Teresa, así como al colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México. Nos sumamos a su exigencia de justicia, verdad y protección, y reafirmamos que no están solas.