El sábado 17 de mayo, la reocupación del pueblo garífuna Centro de Saberes Ancestrales “Hachari Wayúnagu” enfrentó un nuevo ataque cuando sujetos en una lancha se acercaron al lugar e hicieron disparos al aire.
Esto sucedió dos días después del intento de desalojo, en el que hombres con indumentaria de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) y miembros de la empresa de seguridad privada Fénix, portando armas de alto calibre, se presentaron con un sujeto de origen canadiense para intentar expulsar de manera forzosa a las personas que viven en esa tierra ancestral. La comunidad ha recuperado además de su territorio una valiosa colección de piezas ancestrales de diversos pueblos indígenas y negros en posesión ilegal por parte de Randy Jorgensen.
Hacemos un llamado urgente a denunciar y levantar la voz ante el gobierno de Honduras debido a la creciente violencia en contra de esta reocupación de la OFRANEH. Responsabilizamos al Estado de Honduras, por no dar protección y seguridad a las comunidades que custodian y protegen los saberes ancestrales. Las mujeres, niñez y hombres que viven en esa reocupación están viviendo ataques armados y el peligro letal es inminente. La responsabilidad de los efectos de estos ataques es del gobierno actual.
A las organizaciones hermanas de la OFRANEH, organizaciones de derechos humanos nos convocamos a estar vigilantes frente a esta alarmante situación, movilizarnos en respaldo y solidaridad activa con quienes cuidan los bienes comunes del pueblo hondureño.
Amenazas y agresión armada contra Centro de Saberes Ancestrales “Hachari Wayúnagu”.
Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras