Tamara Dávila es feminista y defensora de derechos civiles y políticos. Actualmente es integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco.
El día sábado 12 de junio a las 8 de la noche, varias patrullas de la policía Nacional llegaron a la casa de habitación de la defensora deteniéndola arbitrariamente. En el lugar se encontraban 3 personas más incluyendo su hija de 5 años.
Tamara ha sido víctima de asedios y ataques constantes: campañas de desprestigio, actos difamatorios, amenazas, así como el allanamiento y detención ilegal en su propia casa, todo ello por defender derechos humanos. La defensora es beneficiaria de medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Es importante destacar que estos hechos constituyen un acto represivo para tratar de desmovilizar y callar su voz y ocurren en un contexto de cada vez más violencia política y represión policial por parte del gobierno de Daniel Ortega quien ha vulnerado gravemente los derechos humanos en Nicaragua e incumplido su obligación de proteger a las personas y organizaciones que defienden los derechos humanos.
Dado todo lo anterior, expresamos nuestra preocupación y demandamos el pleno respeto a la integridad y seguridad de la defensora y su familia. De igual manera demandamos el cese al hostigamiento a personas organizadas en espacios de activismo y participación política, especialmente, a mujeres y defensoras de derechos humanos. Desde la IM-Defensoras reiteramos que defender derechos humanos no es ningún delito.