Desde hace más de una semana, las defensoras de derechos humanos Kalua Salazar, Martha Lorena Alvarado, Danelia Arguello, Mariangeles Delgado, Karen Lacayo y Juana Castellano, están viviendo hostigamiento y vigilancia policial de forma reiterada y sistemática.
Según han denunciado las defensoras, agentes de la Policía Nacional se presentan a sus viviendas fuertemente armados, y en algunos casos, incluso con fusiles de guerra (AK 47), en patrullas y motorizados, ponen conos frente a sus casa, toman fotos y videos a sus familiares, incluyendo menores de edad, así como a las personas que llegan a visitarlas. En algunas ocasiones la policía les ha llegado a decir que tienen “prohibido salir de su casa”.
Según datos preliminares de nuestro registro de agresiones, durante el primer trimestre de 2021 hemos registrado un aproximado de 540 agresiones. De éstas, en lo que llevamos del mes de abril se han reportado al menos 16 incidentes de hostigamiento contra 13 mujeres defensoras de derechos humanos, entre ellas, compañeras que cuentan con medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Estas agresiones se han registrado en diversos municipios del país: Managua, Ocotal, Masaya, Bluefields, Somoto y León, e incluyen actos de vigilancia y hostigamiento, vulneraciones a la libertad de expresión, reunión y movimiento, amenazas, persecución. Como principales responsables de estas agresiones se han identificado a policías y personas armadas de civil.
Desde la IM-Defensoras expresamos nuestra preocupación ante la escalada de vigilancia y hostigamiento contra las defensoras nicaragüenses y por la integridad y seguridad tanto de ellas como de sus familias. Entendemos esta campaña de hostigamientos y agresiones como un acto represivo que busca desmovilizar y callar sus voces, tanto en los territorios como en espacios nacionales. Asimismo, nos preocupa que este patrón de agresiones se incremente en el contexto del 19 de abril, al conmemorarse el tercer aniversario de las protestas de abril de 2018.
Demandamos el respeto a la integridad de las defensoras y sus familias, así como el derecho a la libertad de circulación. De igual manera demandamos, exigimos el cese al hostigamiento a personas organizadas en espacios de activismo y participación política, especialmente, a mujeres y defensoras de derechos humanos.