En el marco de la conmemoración del 8 de marzo en Nicaragua, desde la IM-Defensoras hemos registrado al menos 16 incidentes de represión contra 20 mujeres defensoras de derechos humanos, entre ellas compañeras que cuentan con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y contra dos redes de defensoras y colectivos feministas y una agrupación de familiares de personas presas políticas.
Las agresiones se han registrado en diversos municipios del país, como Managua, Tipitapa, Somoto y Estelí, e incluyen actos de vigilancia y hostigamiento, vulneraciones a la libertad de expresión, reunión y movimiento y amenazas. Como principales responsables de estas agresiones se han identificado a policías y personas armadas de civil.
Adicionalmente, en cadena nacional, durante el acto conmemorativo del 8 de marzo, el presidente del Gobierno, Daniel Ortega, lanzó mensajes difamatorios y estigmatizadores sobre organizaciones de la sociedad civil, acusándolas de lavar dinero para actividades terroristas y desestabilizadoras y amenazando con la aplicación de la ley de Regulación de Agentes Extranjeros. Esta ley ha sido ampliamente denunciada por organizaciones nacionales e internacionales como violatoria de derechos humanos y como un instrumento más de represión y criminalización.
Durante su intervención, Daniel Ortega también hizo alusión a que en Nicaragua el derecho a la libertad de expresión está garantizado. Llama la atención este mensaje contradictorio con la realidad del país y con los hechos aquí denunciados; y quedamos vigilantes ante este tipo de narrativas, cuyo fin es normalizar y ocultar la persecución y la represión que enfrentan las defensoras.
A pesar de la persecución y la vulneración al derecho a la protesta que desde años están enfrentando, una vez más las defensoras y colectivos feministas nicaragüenses han logrado manifestarse de distintas maneras y alzar sus voces, rompiendo así el cerco represivo.
Desde la IM-defensoras acuerpamos y reconocemos a las compañeras nicaragüenses, quienes pese al contexto de represión que viven, no cesan en su empeño por defender los derechos de las mujeres y denunciar las violencias represivas y patriarcales que enfrentan, e instamos a la comunidad internacional a sumarse a este reconocimiento y a seguir vigilante de la situación de persecución y represión hacia las mujeres y colectivos que defienden derechos humanos en Nicaragua.