El 11 de marzo, Sara Benítez salió de su hogar en horas de la mañana para reabastecerse de productos que vende informalmente desde su casa y comprar alimentos. En alrededores del parque infantil, por la 7° av. Norte, la Policía Nacional Civil la detuvo y le dijeron que les acompañara, que sólo tomarían una hora de su tiempo para realizarle una prueba de COVID19 y que luego se comprometían a dejarla hasta su casa. Los agentes la trasladaron al polideportivo de Merliot, estando ahí, le notificaron que no estaría sólo una hora ahí, sino 30 días de cuarentena obligatoria.
Sara, es una defensora de derechos laborales, que por asuntos familiares, tiene una venta informal en casa para poder cuidar de sus dos hijas menores, quienes requieren de cuidado constante.
Exigimos al Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer - ISDEMU, se pronuncie frente a los múltiples casos de detenciones arbitrarias a mujeres madres de familia, quienes han tenido que salir de sus hogares para comprar productos de primera necesidad, y cuyos menores se encuentran en una situación vulnerable al no tener a sus cuidadoras primarias en sus hogares.
También, exigimos a la Fiscalía General de la República y Procuraduría de Derechos Humanos que investigue las situaciones en las que han ocurrido la detención de Sara Benítez, y otras mujeres que actualmente se encuentran en centros de contención.
Hacemos un llamado al Estado Salvadoreño, para que se abstenga de continuar con las detenciones arbitrarias y procure un enfoque de Derechos Humanos y garantías constitucionales durante la crisis sanitaria por COVID19.