Las activistas nicaragüenses Guisella Ortega, Dolly Mora y Flor Ramírez han denunciado el asedio permanente y las amenazas de que están siendo objeto por parte de agentes de policía desde hace varios días.
En fechas recientes ya hemos denunciado las agresiones y situaciones de hostigamiento que viven Dolly Mora y Flor Ramírez, las cuales persisten hasta el día de hoy.
Dolly Mora es una reconocida lideresa estudiantil, muy activa en las protestas contra el gobierno iniciadas en abril de 2018, e integrante de la Alianza Cívica. El viernes 13 de marzo, las autoridades de la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) decretaron su expulsión de la universidad por las presiones de la Unidad Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), y desde entonces no ha dejado de recibir amenazas y vivir hostigamiento y vigilancia en su casa.
Doña Flor se ha convertido en un símbolo de las protestas contra el gobierno por bailar en las marchas ataviada con un traje típico de Nicaragua, y desde el inicio de la crisis en abril de 2018 ha sido objeto reiterado de ataques, amenazas y hostigamiento. Desde hace dos semanas la policía la mantiene bajo asedio en su casa y no la dejan salir bajo amenaza de detenerla.
Guisella Ortega es una activista autoconvocada que desde el el inicio de la crisis en abril de 2018 ha sido objeto de dos detenciones arbitrarias, el 29 de septiembre del 2018 y 19 de agosto 2019, por ejercer su legítimo derecho a la protesta. El hostigamiento policial que sufre desde hace más de ocho meses se ha intensificado durante las dos últimas semanas, hasta el extremo que no puede salir de su casa ni para realizar las compras de viveres y otras necesidades.
Estos actos de hostigamiento, asedio y amenazas son completamente ilegales y suponen una violación de derechos fundamentales de las activistas y sus familias.
Desde la IM-Defensoras exigimos al Gobierno de Nicaragua el cese inmediato de la persecución, hostigamiento, asedio y amenazas que está llevando a cabo contra Guisella Ortega, Dolly Mora y Flor Ramírez, haciéndolo responsable de cualquier atentado contra la integridad física, psicológica y moral de las activistas y sus familias.
Asimismo, hacemos un llamado a la comunidad internacional a mantenerse vigilante de la situación en Nicaragua, donde la crisis política y de derechos humanos iniciada en abril de 2018 sigue vigente y la persecución contra personas activistas y defensoras de derechos humanos es una constante.
ALERTA urgente Nicaragua 040420