Gabriela García es una activista y defensora de los #DDHH integrante del Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN).
El MDN es organización compuesta por jóvenes nicaragüenses que ante la situación social, económica y política de Nicaragua busca generar nuevos liderazgos y contribuir para el progreso del país, el desarrollo económico, social y cultural de los diferentes grupos ciudadanos.
Desde hace un año Gabriela, junto con otras personas integrantes del MDN, participa en protestas exigiendo una renovación en el Consejo Supremo Electoral (CSE) y demandando elecciones transparentes.
El viernes 26 de febrero, Gabriela García y su esposo, Carlos Bonilla, coordinador del Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN), fueron atacados por cinco desconocidos con puñales y tubos de hierro. El ataque sucedió a una cuadra de su casa, cuando abordaban un taxi para dirigirse a la sede central del Consejo Supremo Electoral (CSE) en Metrocentro. Según relata Gabriela García, los sujetos sacaron a su compañero del taxi y mientras lo golpeaban, uno de ellos gritaba: ‘¡Matalo, matalo!’”.
Consecuencia de la agresión la defensora presenta heridas en el lado izquierdo de la cabeza, mientras que Carlos Bonilla sufrió una perforación en el hígado y el diafragma que le causó una hemorragia interna que requirió intervención quirúrgica.
Ambos iban al CSE a dar una conferencia de prensa para presentar una encuesta realizada por el MDN entre más de nueve mil ciudadanos en la que los entrevistados repudian el sistema electoral, exigen observación internacional en las elecciones y demandan un cambio en los jueces del tribunal. Es importante destacar que los agresores les robaron los documentos con los resultados de las encuestas.
Desde la IM-Defensoras condenamos enérgicamente este ataque y exigimos a las autoridades que lo investiguen debidamente y castiguen a los culpables, así como que garanticen la seguridad de Gabriela García y del resto de integrantes del MDN y su derecho a ejercer el activismo y la defensa de los #DDHH. También hacemos un llamado a las organizaciones y organismos internacionales para que estén pendientes del caso.
Finalmente, hacemos responsable al gobierno de Nicaragua de cualquier otra agresión que pueda producirse contra la defensora u otros integrantes de su organización.