En tiempos convulsos, en la IM-Defensoras tomamos un tiempo para sanar y continuar cuidándonos.

La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, las redes y articulaciones nacionales y el equipo y estructuras regionales que la integramos, hemos decidido tomar un respiro, abrir espacios para sanarnos, para renovar nuestras energías, y para honrar la encomienda que nos dimos hace más de 11 años: poner el cuidado en el centro de nuestra acción política.

En medio de una violencia atroz que en Mesoamérica no ha hecho más que recrudecerse, trabajar para la protección de defensoras de derechos humanos en riesgo, para la seguridad y el bienestar de nuestras compañeras de lucha, de las comunidades y organizaciones que defienden a nuestros pueblos del capitalismo racista y patriarcal, es una tarea ardua que no da tregua ni respiro.

La IM-Defensoras funciona las 24 horas del día los 7 días de la semana atendiendo emergencias y llamados de cientos de compañeras, organizaciones y comunidades que están siendo agredidas. Que tienen que desarraigarse y salir huyendo para salvar sus vidas, que son encarceladas, que sufren en sus propias vidas el empobrecimiento y el despojo. Defensoras a quienes se difama en redes sociales usando insultos y amenazas machistas, a quienes se agrede sexualmente y se ataca incluso dentro de sus familias y organizaciones. Compañeras exhaustas de enfrentar violencia día tras día, que muchas veces no tienen respiro ni siquiera para atender su salud y descanso.

Con el cobijo y la infraestructura organizativa que nos dan las redes nacionales y estructuras regionales que hemos creado, acuerpamos a nuestras compañeras defensoras en momentos de miedo e incertidumbre, nos damos fuerza y construimos juntas estrategias de Protección Integral Feminista[1].

Todo este trabajo ha venido aumentando desde que inició la pandemia de COVID19 -como constatamos en nuestro diagnóstico “La crisis ya estaba aquí”-, y en muchos momentos hemos llegado al límite de nuestras fuerzas. El 2021 ha sido especialmente desafiante:

  • Estamos de duelo y manejando los múltiples impactos causados por la pérdida de personas cercanas y compañeras que integran nuestros equipos y redes por la COVID y por otras situaciones graves de salud.

  • Muchas compañeras de nuestros equipos y/o sus familiares se han contagiado del virus, algunas con consecuencias serias en su salud, y otras están enfrentando el impacto del agotamiento y el desgaste de estos dos años atendiendo emergencias con todas las restricciones que el confinamiento y otras medidas han significado.

  • A esta situación se suma la mayor demanda de protección y acompañamiento de nuestras compañeras de defensoras a causa un contexto de autoritarismo y violencia que persiste y se agrava, una violencia que ha llegado ya a afectar a los equipos de algunas de las redes que integramos la IM-Defensoras.

Ante esta realidad y conscientes de que nuestros tejidos son fuertes pero están en riesgo si no los cuidamos, definimos que dedicaríamos más tiempo para nuestro propio cuidado, protección y cohesión interna, sin dejar de atender las emergencias y de hacer el trabajo de acompañamiento a defensoras en riesgo y sus colectividades.

Hemos decidido que la celebración de nuestros más de 11 años juntas, iniciara con un proceso interno de reconocimiento e intensificación de las acciones de respiro y atención de nuestras necesidades de cuidado, de espacios para honrar nuestra historia, analizar el contexto y acompañarnos en los duelos que estamos viviendo.

Por eso quizá se ha notado nuestra ausencia en algunos espacios, por ello hemos tenido que decir no a numerosas invitaciones. No ha sido fácil, como defensoras, como mujeres, la culpa y la dificultad para poner límites también nos atraviesan. Sin embargo, estamos claras de que solo así nuestro trabajo es posible.

En estos meses que quedan para terminar el año les pedimos su comprensión y paciencia así como su abrazo y ánimo para seguir haciendo del cuidado una opción política que desafía el sistema y construye un mundo mejor.

Atentamente

IM-Defensoras 

 

[1] La Protección Integral Feminista es un enfoque político y estratégico en constante construcción colectiva que pone el cuidado de las defensoras, sus comunidades y sus organizaciones en el centro de la acción política, para hacer posibles nuestras luchas y apuestas de cambio en un contexto de violencia y represión constantes. Desde una mirada feminista e interseccional del riesgo y la violencia y los saberes y necesidades de las propias defensoras,  fortalecemos nuestras capacidades colectivas de protección  a través de redes y articulaciones que integran a compañeras de diferentes movimientos sociales y desde las cuales se desarrolla una amplia gama de estrategias: acompañamiento a defensoras en riesgo (sus familias y organizaciones), casas de resguardo y respiro, procesos de sanación, reubicaciones seguras, acuerpamiento político, registro de agresiones, movilización de recursos, entre otras.

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