Veintiún integrantes del Grupo Impulsor de la IM-Defensoras nos reunimos del 21 al 25 de octubre en Honduras para evaluar el trabajo del último año y fortalecer nuestra mirada de futuro. Tejimos acciones entre estrategias regionales y redes nacionales para hacer fortalecer el impacto de lo que hacemos.

En el fondo, el ruido de una cascada. En el salón, el calor de las velas en combustión, con el viento de los árboles del trópico húmedo centroamericano y conversaciones en múltiples acentos de la región.

Cable a tierra

Iniciamos tocando tierra catracha: trabajamos un análisis de contexto claro, fundamentado y profundo. Para ninguna de nosotras era nuevo que Honduras era un país gobernado por élites de poder vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado, pero surgieron análisis relacionados con la amenaza de restricción al uso de redes sociales, incumplimiento de derechos laborales y criminalización cada vez más aguda de defensores y defensoras de la tierra.

Seguimos con una presentación sobre el panorama actual de la Iniciativa. Juntas, identificamos fortalezas y limitaciones; sin dejar de un lado posibles obstáculos y amenazas de contexto. Esa misma noche presentamos la premier del documental “Defensoras Semillas de Cambio” en medio de una celebración.

Mirada al futuro

Al día siguiente compartimos los avances de las distintas estrategias regionales: registro, comunicación, autocuidado, cuidado colectivo y sanación, incidencia, sistematización y acompañamiento a defensoras en riesgo. Este análisis del trabajo que ya se ha venido haciendo brindó herramientas para seguir con la discusión sobre los retos venideros.

Después, las redes presentaron las prioridades estratégicas para el 2020 por país (Honduras, Guatemala, El Salvador, México y Nicaragua). Se encontraron muchas estrategias conjuntas, entre ellas, la realización de acciones de comunicación de prestigio a defensoras, el fortalecimiento de las redes en los territorios y en protección integral feminista.

 

Se presentaron también las estrategias por área (registro, comunicación, autocuidado, sanación, incidencia y sistematización). Las representantes de las redes expusieron muchas inquietudes y preguntas, entre ellas: ¿cómo agilizar y dedicar el tiempo a los procesos de registro en medio de una crisis tan profunda? ¿cómo optimizar herramientas digitales para volvernos más visibles? ¿cómo incluir a las defensoras que están en el terreno en las estrategias de incidencia?

El consenso llevó a la discusión de temas sobre los que no estaba previsto profundizar, pero que eran de suma importancia para el equipo. Se discutió sobre la necesidad de tomar decisiones estratégicas en relación al trabajo que se realiza en Guatemala y sobre los roles de las nuevas integrantes del Grupo Implementador y la manera en que apoyan el trabajo de las redes, entre otros.

Un abrazo a Gilda

Como ritual de cierre, nos despedimos de la gran Gilda Rivera, quien deja el Grupo Impulsor para involucrarse más en su trabajo con la Red de Defensoras de Honduras. Gilda es una referente feminista en su país y en la región: Además de ser fundadora del Centro de los Derechos de Mujeres de Honduras, ha sido defensora de derechos humanos y participante activa de distintas instancias de coordinación del movimiento social y popular de Honduras por décadas.

Por encima de las nubes

Nos fuimos llenas de papeles y archivos digitales cargados de dolor y esperanza para Mesoamérica. Prevemos amenazas de agudización de represión en nuestros países, necesidad de llenar una demanda cada vez más creciente de acompañamiento y protección de defensoras y un potencial enorme de trabajo en redes con radios comunitarias, campañas digitales y la necesidad de reconocimiento del trabajo de las miles de mujeres con las que trabajamos.

Nuestros próximos pasos incluyen la mejora de las estrategias regionales y de las redes nacionales utilizando como base las discusiones de esta valiosa reunión. El futuro viene cargado de nuevos retos pero también de oportunidades de hacer un trabajo de semillas dispersas por la región, que germinan por separado pero que echan raíces que se abrazan entre sí, por debajo de la tierra y por encima de las nubes.