[Alerta Urgente] El Estado de Marruecos debe cesar de asediar y agredir a la defensora saharaui Sultana Jaya.

Desde noviembre de 2020, la policía marroquí está sometiendo a asedio y vigilancia constante el domicilio de la defensora saharaui Sultana Jaya en la ciudad de Bojador, ubicada en los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara Occidental. Estos hechos, que de facto suponen una situación de arresto domiciliario, se desarrollan sin haber ninguna orden judicial ni base judicial que los sustenten. 

La defensora, su familia y otras personas allegadas también ha sido objeto de maltratos físicos y psicológicos, así como de allanamientos ilegales del domicilio por parte de la policía. Tras uno de estos asaltos, perpetrado en agosto de 2021, la defensora resultó infectada con el coronavirus y padeció un cuadro grave de COVID-19 que llegó a poner en peligro su vida. 

Sultana Jaya es una reconocida defensora del derecho a la autodeterminación del pueblo saharauí y por la liberación de los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara Occidental y este año ha sido una de las candidatas al Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que otorga el Parlamento Europeo. Los ataques en su contra se han intensificado en el contexto del conflicto bélico entre el Frente Polisario y el Estado de Marruecos que se reactivó el pasado mes de noviembre. 

Las defensoras mesoamericanas que nos organizamos en la IM-Defensoras nos solidarizamos con la compañera Sultana Jaya y exigimos el cese inmediato de los actos de asedio y agresiones en contra de ella y su familia, haciendo responsable al Estado marroquí de cualquier vulneración a su integridad física y psicológica.  

Demandamos al Estado español que cumpla con sus responsabilidades como potencia administradora de los territorios ocupados por Marruecos en el Sahara Occidental y, en particular, que garantice la protección de Sultana y su familia.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional de derechos humanos y a los movimientos feministas del mundo a conocer su situación y la de su pueblo, a solidarizarse con ella y a unirse a la exigencia para que el Estado de Marruecos deje de agredirla. 

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