El pasado jueves 24 de abril, la defensora ayuujk Sandra Domínguez fue localizada sin vida en el municipio de Santiago Sochiapan, Veracruz. Junto a su cuerpo se encontró también el de su compañero Alexander Hernández. En ambos casos se presentan claras evidencias de haber sido víctimas de asesinato. Sandra estaba desaparecida desde el pasado 4 de octubre, cuando fue vista por última vez en María Lombardo, en el municipio de San Juan Cotzocón, en el estado de Oaxaca.
Sandra era abogada y defensora incansable de los derechos de las comunidades y las mujeres del pueblo ayuujk, en Oaxaca. En 2020 y 2023 había denunciado públicamente por actos de violencia sexual al Coordinador Estatal de Delegados por la Paz del Gobierno del Estado de Oaxaca, Donato Vargas Jiménez, quien formaba parte de un grupo de WhatsApp, llamado “Sierra XXX”, donde circulaban fotografías íntimas de mujeres indígenas ayuujk.
Sandra Dominguez se une a la lista desgarradora de las mujeres defensoras asesinadas en México, y de manera general de todas las mujeres perseguidas, hostigadas, encarceladas, desaparecidas y silenciadas en el país por el simple hecho de ser mujeres, activistas, indígenas, feministas y defender derechos humanos. Su lucha es la de todas.
Desde la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, Consorcio Oaxaca y la IM-Defensoras abrazamos a la familia y el entorno de la defensora, uniéndonos en el dolor y la indignación por su asesinato. Asimismo, reconocemos la labor fundamental de la familia y de las personas y organizaciones que la han acompañado en la árdua labor colectiva de búsqueda y exigencia de verdad y justicia. Tal y como señalan desde el Komité Pëjy Tyotk (Comité de familiares y amistades en búsqueda de la defensora Sandra Estefanía Domíguez): “El caso de Sandra es un reflejo doloroso y contundente de la realidad que enfrentamos en el país: sin la exigencia de la sociedad, no hay compromiso real del Estado. Las búsquedas no avanzan solas; la omisión institucional también mata. La indiferencia es otra forma de violencia”.
Finalmente, demandamos a las autoridades que la investigación del asesinato de Sandra se haga considerando su labor de defensa de derechos humanos como posible causa del crimen y se identifique a todos sus responsables, tanto materiales como intelectuales.