[Alerta Defensoras] MÉXICO / Persecución, amenazas, agresiones físicas, virtuales y patrimoniales contra activistas feministas del Estado de Sonora.

Andrea Sánchez Martínez y Thalía Carolina Salazar

Actividad
Derechos sexuales y reproductivos, derechos de las mujeres y de la infancia.

HECHOS - Las defensoras Andrea Sánchez y Thalía Carolina Salazar, junto con otras colectivas y activistas feministas del Estado de Sonora integrantes de colectivas como Marea Verde Sonora, Colectiva Juvenil Feministas del desierto, Defensoras Digitales Sonora , Las de abajo, Desérticas Films y Niñas Feministas Mx, están enfrentando múltiples ataques de diversa índole y gravedad por expresar su rechazo ante la violencia feminicida y exigir justicia. Entre los ataques denunciados por las compañeras destacan la difusión de una “lista de feministas a agredir”, hostigamientos, mensajes de odio, amenazas,  hackeos, agresiones físicas, actos de vigilancia,  criminalización, allanamientos y destrucción de propiedad. 

Estos ataques  se han venido reiterando desde el pasado mes de febrero y especialmente en el marco de convocatorias de marchas como la del 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer), la del 28 de Septiembre (Día Internacional por la Despenalización del Aborto) o, más recientemente, el 2 de noviembre, en una velada contra los feminicidios.

Desde la IM-Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México repudiamos y condenamos estos ataques, los cuales constituyen una campaña de persecución sistemática contra Andrea Sánchez Martínez, Thalía Carolina Salazar y las colectivas y activistas del Estado de Sonora y exigimos al Estado mexicano que tome las medidas efectivas para garantizar la integridad de todas ellas. 

Asimismo, reiteramos nuestra preocupación ante la intensificación del clima de estigmatización, criminalización, represión y uso del discurso de odio contra las organizaciones, colectivas y activistas feministas en todo el país, llamando a representantes institucionales, medios de comunicación y población en general a abstenerse de discursos estigmatizantes y a reconocer la fundamental labor que estas activistas y colectivas desarrollan para avanzar en los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia feminicida. 


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