Protección integral

LA ESTRATEGIA DE PROTECCIÓN INTEGRAL, UNA ALTERNATIVA PARA LA SEGURIDAD Y EL AUTOCUIDADO

Desde la IM-Defensoras hemos priorizado actuar a favor de las mujeres defensoras de derechos humanos porque la discriminación, expresada en opresión, subordinación, explotación y violencia contra las mujeres, nos coloca en mayores riesgos y restringe las posibilidades de ser protegidas de manera efectiva.

Como demuestra nuestro diagnóstico, la discriminación de género vulnera la capacidades para reconocer el riesgo –ya que la sociedad enseña a las mujeres a normalizar la violencia–, limita el poder para tomar decisiones sobre nuestra seguridad, reduce las posibilidades de contar con redes de apoyo, impone una mayor exigencia frente a las tareas domésticas y de cuido, afectando nuestra salud, y provoca que las violencias cometidas en contra de las defensoras en el espacio privado no generen responsabilidades en el Estado ni sean incluidas en los esquemas de protección.

Además, aumenta la violencia vicaria –aquella que sufren quienes acompañan a víctimas de violaciones a derechos humanos– en las defensoras que no son reconocidas por su trabajo o que  defienden a víctimas estigmatizadas por su condición de género, étnica, orientación sexual o etaria.

Por ello, el modelo de protección integral que estamos desarrollando desde la IM-Defensoras parte del reconocimiento de que la violencia ocasionada por el trabajo de las defensoras está estrechamente vinculada y afectada por la discriminación de género, y busca generar un tejido social fuerte que reconozca los aportes y las necesidades específicas de protección de las defensoras, las provea de servicios y recursos para la protección, y fortalezca su proceso de empoderamiento.

Para dar una respuesta oportuna al aumento de agresiones y amenazas en contra de defensoras de derechos humanos en México y Centroamérica, la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) desarrolla un modelo de protección integral con perspectiva de género que:

  • Promueve Redes y articula a defensoras de diferentes organizaciones y movimientos sociales en México, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
  • A través de un Sistema Regional de Monitoreo de Información genera análisis especializados sobre agresiones, condiciones de trabajo y necesidades de protección de las defensoras.
  • Apoya y acompaña a defensoras en riesgo y sus familias a través de las Redes nacionales, el Fondo de Respuesta Rápida para la Seguridad y el Autocuidado y las Casas de Acogida y Centros de Autocuidado.
  • Desarrolla Campañas y Estrategias de Comunicación que contribuyen al reconocimiento de las defensoras y difunde acciones urgentes y de solidaridad para defensoras en riesgo.
  • Aumenta las capacidades personales y colectivas para el ejercicio del Autocuidado y Cuidado con miras al bienestar de las defensoras y la sostenibilidad de los movimientos sociales en los que participan.
  • Fortalece la Incidencia Regional e Internacional para que los organismos de derechos humanos tengan una mayor comprensión de la situación de las defensoras y promuevan su protección.

Reconocemos que, tanto en la región mesoamericana como a nivel global, se han desarrollado innovadores procesos de protección como los impulsados por Protección Internacional, el Fondo de
Acción Urgente, Front Line Defenders, PBI, CEJIL, Amnistía Internacional y la Coalición Internacional de Defensoras, así como importantes organizaciones a nivel nacional. De sus experiencias, estrategias y saberes especializados hemos aprendido y nos nutrimos continuamente.

“Cuidarnos a nosotras y cuidarnos entre nosotras nos permite enfrentar la violencia machista y también deconstruir los mandatos de género, avanzar hacia la igualdad sustantiva tanto en nuestras familias como en nuestros movimientos sociales y contribuir a la construcción de un nuevo tejido social capaz de pugnar por Estados que garanticen la vigencia y ejercicio de los derechos humanos”.