[COMUNICADO] Red Nacional de Defensoras de DDHH en Honduras: Somos mujeres, somos feministas, somos defensoras, somos hondureñas.

Tegucigalpa, 22 de enero 2020 - Nos duele enormemente lo que sucede en los caminos groseros de la expulsión de migrantes de este país. Conocemos a algunas de las mujeres que van ahí, al resto las sabemos desesperadas y angustiadas, humillados e impotentes ante el muro que finalmente se ha logrado levantar en la frontera mexicana.

No se van, las expulsan, huyen de la miseria neoliberal y patriarcal que ha convertido la vida de las mujeres en deshecho. Arrinconadas por la ferocidad de la pobreza extrema y más aún por la brutalidad de la violencia ejercida por todo tipo de hombres que las agreden hasta el asesinato, las hondureñas buscan una vida para ellas, y una vida para sus hijas e hijos.

No hay palabras para describir los rostros de las que van con sus criaturas en brazos, tomados de la mano, en hombros o dentro de sus vientres. Están seguras que cualquier destino es mejor que este país en esta hora de dictadura y caminan con decisión y fuerza.

La Red Nacional de Defensoras conoce los territorios y propuestas de muchas mujeres de este país, por lo que estamos seguras que las caravanas de migrantes muestran la ausencia de un mínimo de condiciones de vida para miles de hondureñas porque el Estado es depredador y violador de todos los derechos humanos.

Es nuestro trabajo saber de primera mano la situación de las mujeres defensoras por eso estamos enteradas de cómo y de qué manera aumenta la muerte en los territorios garífunas, en las comunidades de diversidad sexual, en todos los espacios donde las mujeres viven, luchan y sueñan.

Nuestro trabajo será seguir acompañando a las mujeres y peleando con ellas cada retazo de justicia posible, por eso hoy queremos denunciar al estado de Honduras por racista, clasista, agresor del pueblo y protector de quienes le roban y asesinan.

Denunciar al estado de México que ha sacado toda la brutalidad de su guardia nacional para reprimir, golpear, perseguir a las mujeres y hombres migrantes como si no se tratara de personas sino de seres despreciables.

Expresar a las mujeres de Mesoamérica por donde cruza el camino de la migración nuestra gratitud por la solidaridad de sus actos y llamarnos a todas a acompañar, alimentar, abrazar, hablar y compartir la vida con aquellas que buscan refugio y apoyo.

¡Hermanar la vida de las mujeres para destruir las fronteras y los ejércitos!

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