#AlertaDefensoras EL SALVADOR / Preocupante incremento en crímenes y cultura de odio contra personas LGBTTTI

Integrantes de las comunidades LGBTTTI

Actividad
Derechos Sexuales y Reproductivos y LBGTTTI

Agresiones enfrentadas
Crímenes de odio, Cultura del odio

HECHOS - El pasado 23 de febrero, el Colectivo Normal denunció a través de un pronunciamiento que entre el 19 y el 21 de febrero hasta 3 mujeres trans han sido víctimas de crímenes de odio en El Salvador. En todos los casos la Fiscalía General de la República de El Salvador (FGR) usó en sus comunicaciones públicas la descripción “hombres vestidos de mujer” para referirse a las víctimas, mientras que un medio digital utilizó la palabra “travesti”.

Ambos términos tienen un marcado carácter transfóbico que contribuye a levantar y consolidar prejuicios y manifestaciones de odio, discriminación y estigmatización de la comunidad transgénero y transexual de El Salvador. Además, del hecho que la fiscalía no use los términos adecuados para referirse a las víctimas se puede inferir que sin previa investigación se está descartando la identidad y expresión de género como motivo de los crímenes.

Desde la IM-Defensoras repudiamos estos crímenes de odio y expresamos nuestra preocupación por la cultura del odio que los provoca y a la cual las instituciones del Estado, lejos de combatirla, contribuyen con expresiones y procedimientos como los antes descritos.

Desde nuestra perspectiva, ser mujer trans significa llevar en el propio cuerpo, identidad y expresión la defensa de los derechos sexuales y reproductivos. Por ello, los crímenes y la cultura de odio definen un contexto de alto riesgo para todas las personas que integran las comunidades LGBTTTI, independientemente de que estén organizadas o se reconozcan como defensoras de DDHH.

Por todo ello, exigimos al Estado salvadoreño que tome todas las medidas necesarias para combatir la cultura del odio, tanto al interior de sus propias instituciones como en el ámbito de la sociedad y los medios de comunicación bajo la influencia de sectores religiosos fundamentalistas que la instigan y la abonan con total impunidad.

Finalmente, hacemos un llamado a organizaciones e instancias internacionales para que se mantengan al pendiente de la situación.

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